3 de enero en Siena. Sopa toscana («ribollita») y pasta («pici») en el restaurante de Serafino, que camina a paso algo antiguo y rige con vaso de vino y cierta vehemencia. Paredes y luces de hace unas décadas, en una película, todo impregnado de él, que se mueve ágil pero ya es de otro tiempo.
Vida de provincias, gente esperando en sus tiendas. La señora de la joyería, jersey sobre jersey, leyendo algo. Se ha cardado el pelo y pintado muy bien los ojos.
Sólo decirte: Caray! Qué fotos!
Serenade, te voy pisando los talones… Por cierto, según me informa WordPress, fuiste quien dejó más comentarios en este blog durante el 2011. ¡Gracias!