Nieve sobre todas las cosas, un fulgor de diamante hasta en las flores muertas. Ha caído de noche, como una amonestación del invierno para los que han soñado primavera, y ahora la mañana deshace esta nieve y la precipita en un goteo musical. El bosque llueve y la tierra se levanta en vapores.
que fotos tan bonitas! felicidades!
Gracias. ¡Yo tengo ganas de ver las tuyas del Puigsagordi!
Las fotos son espectaculares y el texto brillante (como siempre). Muy sensorial. Gracias, me ha parecido estar ahí.
Oh, gracias a ti. El corazón helado de la segunda foto me hizo pensar en los que tú recoges por el mundo.