Estos paisajes que ahora recorro me recuerdan a un cuadro que pintó mi abuelo y que yo parezco reproducir una y otra vez en mis fotos. Veo eso: el camino y la maraña, la profusión, el desorden minucioso de ramas y colores. Veo una belleza nueva en esa continua mezcla y superposición. Y cuando llega la noche siguen todas esas hojas dispuestas en mi cerebro como constelaciones. Lo real se me impone.
és preciós, yvette. la teva sensibilitat em commou.
Marta, moltes gràcies. A mi em commous tu…