Miro por la ventana y tengo que dejar el libro: el ciprés de la rua das Janelas Verdes se cimbrea suavemente en el aire callado del domingo. Me sobreviene una paz súbita. Por detrás de él, a través de uno de los balcones sin cortinas del edificio de enfrente, acabo reconociendo el gesto de alguien que plancha al final de un pasillo, alguien concreto, exacto, de quien no sé nada. Me detengo en esa realidad recién descubierta, que ha estado ahí todo el tiempo, al margen de mi atención, y siento como si me lavara la cara: se me concede, en ese momento, un atisbo de ese otro mundo ancho, sin pretensiones ni evidencias, al que solo se accede por una profunda quietud.
Cuanta suavidad en tus bellas palabras…..
Hermes, una abraçada molt gran!
Lisboa… (suspiro) : )
Sí, qué maravilla de ciudad, ¿verdad?
Lisboa… hi he d’anar algun dia. Puc imaginar la brisa que mou el xipré i el moviment harmònic de la dona que planxa. Estic escoltant » Pride and prejudice – Full soundtrack», Una abraçada estimada Yvette.
Lita, la música de Pride and Prejudice em va acompanyar durant anys i sona dintre meu sempre que la convoco. És tan meravellosa com aquell principi de la pel.lícula. Lisboa t’encantaria. Una abraçada.