Tras meses intercambiando e-mails, mañana por fin nos encontramos en su casa de París. Tiene 92 años. Nació en Pekín, hijo de un diplomático francés. Él mismo siguió después una larga carrera que le llevó a las embajadas francesas de Noruega, India, Laos, Alemania y Hungría, pero hoy es conocido sobre todo como uno de los mejores especialistas en tantra. En su único libro editado en España explica la particular visión que esta tradición hindú ofrece del universo, como una maraña de energías de las que participa el hombre. Lo que Occidente quiera ver en el tantra es otra cosa, ya se sabe que toma lo que le interesa y cómo le interesa.
A Padoux le quiero preguntar muchas cosas. Cómo se mira al mundo a su edad, qué ha visto y qué ha llegado a saber.
En sus mensajes, que termina siempre con exquisitas fórmulas de cortesía (Croyez, je vous prie, à mes meilleures pensées), desliza temeroso alguna frase en castellano. Lo aprendió -se excusa- en el instituto, entre 1934 y 1937.
El fotógrafo y yo, nos dice, encontraremos fácilmente su pequeña calle de la Rive Gauche, que lleva al Sena: “a un lado, Notre-Dame; al otro, el Louvre”. Nos da el código para entrar. Una vez en el patio, al fondo, a la izquierda, veremos una pequeña escalera de nueve peldaños con macetas de flores: ahí es donde vive.
PD: La foto es de enero del 2009.
Hola, cómo podría leer la entrevista? Gracias
Hola, Noemí. Disculpa el retraso en contestar. Si me das un e-mail, te mando el PDF.