En casa

Se regocijaba con antiguos viajes que le venían a la memoria. Si leía un párrafo sobre el puerto de Manhattan, le llegaban las sirenas de Estambul, que en realidad había oído en un libro de Pamuk. Pero entonces recordaba que sí, había estado durmiendo en un hotel frente al Bósforo, durante una semana de trabajo de hacía casi veinte años, y había estado también un verano en Turquía, con dos amigas. Y aquella Asia ahora casi increíble de haber vivido, se le levantaba con su luz exacta. Se daba cuenta de que en otro tiempo había sido más activa. Quizá ahora ya no fuera joven. Había estado en muchos lugares. También en Irlanda. Hubo una carretera, un rebaño de ovejas, niebla. Vio la belleza del verde, las nubes tan bajas. Recordaba todos esos fogonazos. Ecuador. Todo había ido siempre muy deprisa, pero aquellas luces volvían, como un amasijo de risas y de nervios y cansancios, con mucha gente, todo vida.

12 Comments

  1. Me vuelvo loco. Ya no se si me gustan más tus fotos iluminadas de un espíritu de reflexión y observación o tus escritos, tan puros y sencillos en palabras pero llenos de sentimientos.
    Gracias Yvette. Muchas gracias.

  2. Chère Yvette,
    Un vrai plaisir de retrouver tes photos ,je vais prendre le temps de traduire ,il me manque tes mots .
    A bientot
    Bea Rose

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s