El piso adelgaza (tira más, más, me oigo desde hace días). Sale todo del armario. Lo que ha de seguirme va quedando dispuesto en cajas bien apiladas que coloco de manera que respeten mis recorridos. Avanzo bien por mi propio laberinto. Y encuentro una postal con un corazón que dice «Cerrado por inventario».
Vaya que tu casa ahora se ha convertido en el escenario de tetris… que vaya muy bien la mudanza!
Gracias, Pedro. Sí, de comecocos va la cosa. 😉 Disfruta del viaje.