Un señor de Badajoz, «sabio de auroras y noches de sigilo», me ha escrito en versos que mi texto «Felicidad tangible» (publicado en el nº 245 de Cuerpomente y adjunto aquí en pdf) le he abierto sus «pupilas doloridas de hastío». Desandará el camino para, «en brumas de ensueño», regresar a sí mismo. Gracias, Julián, y también a todos los que recogéis lo que dejo en las palabras, aunque siempre haya estado antes en vosotros. Hasta ahora no había colgado en el blog ninguno de mis escritos publicados en la revista pero éste ha emocionado a algunas personas y por eso decido volcarlo.
Precioso. Leerte es también felicidad tangible. Gracias, Noelia
Como tantos otros, consigues con este texto enredarte en mí. Dejarme divagando en mis pensamientos, en los tuyos, como un niño que juguetea, corre, se esconde y reaparece entre la colada limpia, acabada de tender. . . Me encantaría que colgaras todas las (sabias) palabras con las que abres la revista aquí, para que te podamos disfrutar y compartir.
Gracias, Cristina. Tantas gracias por tantas cosas.