Regresamos y la luz es última, casi horizontal. Desvela nuevas sombras, se divierte con la hierba. Todo es japonés: el arce, los caquis como bolas de Navidad en el árbol desnudo de la esquina.
Regresamos y hemos comido sopa de cebolla y flan de montaña. Hoy habremos caminado un par de horas, me dice contento. Llevamos juntos lo que un otoño y han llovido estrellas y Orión ha venido a brillar sobre nuestra casa, como dijo. Le amo.
Esta mañana, al detener los pasos en un recodo del sendero se ha hecho un silencio verdadero, ausente de todo. Una rama en una encina bailaba al viento callada. Todo «era»: verde, frondoso, al sol, con plata de hojas. Y yo pensaba en mi hermano muerto, le daba reposo y lugares, los que quiera. En cada correr de agua por el bosque lo tengo y a la vez lo dejo.
La música de Hayley Westenra acompaña a tus palabras de la misma manera que lo hace mi corazón. Feliz Navidad.
Infinitament bonic. La pell de gallina. T’estimo, Yvette.
Magnifique, Yvette.
Canto al amor
para decir que ahora que te he encontrado
todo es sol y camino
que quiero cantar.
La sombra de los años ya no me hará ningún miedo
porque de ti me viene la fuerza
que nada podrá vencer
porque es la voz de alguien que cree
que el esfuerzo más tentador
es el vivir en la lucidez
de los ojos abiertos
al fuego que hace más claro
el riesgo de compartirse
y el riesgo de soñar.
Todo será gozo de ti ahora que los corazones
laten juntos sin ninguna ley de esfuerzo
y con manos y boca
tejemos la historia
que nos mantendrá por siempre jamás más unidos
sin el pesar
de lo que hemos dejado mientras nos buscábamos
por el ancho mar de tantas noches,
piel con piel,
voz con voz que clama
por un amor que no rehúse
ninguna esperanza y ningún deseo.
El tiempo nos llama,
todo es futuro…
Canto el amor
a la sombra de mi sueño encendido…
Miquel Martí i Pol
Hermòs…..emocionant
Precioso Yvette. Naturaleza, ahí se encuentra todo lo que se ha perdido. Muchos besos.