Duermen seis perros la siesta del amo y arde una vela contra el frío. No consigo lo que el poeta, reposar la mirada en los perfiles de los muebles. Hago, persigo, redondeo, y todo quieta y silente. Fin de tarde, va subiendo la luna. Para el catarro: limón, tomillo, miel.
Me’n habien parlat i ja hi habia estat, però avui l’he descobert.
Para el catarro: limón, tomillo, miel…. y un abrazo reponedor.